Carlo Pasquarelli solicita mi opinión sobre la ficha que debe jugar el segundo jugador en su primer turno, de cara a las fichas levantadas y que más abajo se señalan.

Al efecto transcribo parte del correo electrónico que me remitiera:

“Buenos días Ignacio, te envío el debate que originó mi inquietud, la cual, no es referente a la salida correcta, sino a la primera jugada del 2do. Jugador…las fichas iniciales del 2do. jugador: , , , , , y y la salida es …”

Como se observa, ante la salida con el , el segundo jugador tiene en su primer turno tres posibles jugadas:

A) Castigar el dos con su única ficha de ese “palo”, el .
B) Castigar el uno con el .
C) Castigar el uno con el .

Veamos a continuación los pros y contras de cada una de estas jugadas:

A) Castigar el dos con su única ficha de ese “palo”, el . Tal jugada es la menos recomendable de las tres posibles. Más aún, no es para nada recomendable. No tiene fundamento, ni justificación, ya que:

A.1.) Se crea una “falla” en la “mano” del segundo jugador, la “falla” de dos. Y habida cuenta que la “falla” significa la imposibilidad de jugar por determinado “palo”, la colocación del implica la imposibilidad absoluta de jugar en lo adelante por el “palo” dos.

A.2.) Se crea una información falsa, ya que si se coloca el “con pensada previa”, se sugiere la presencia de otra ficha del “palo” dos; y si se coloca “sin pensada previa”, se sugiere fuerza en el “palo” cinco.

Por todo lo cual, la colocación del trae como resultado que la “mano” del segundo jugador se desmejora y adicionalmente genera, colóquese como sea el , una información falsa.

B) Castigar el uno con el . Tal jugada tiene, a primera vista, cierta aceptación. Sin embargo, un análisis más sereno y profundo de la situación evidencia que tampoco es la jugada recomendable, ya que:

B.1.) Se desaprovecha la oportunidad de recabar información atinente a la ubicación del y demás fichas de dicho “palo”, las que pertenecen a la máxima serie del juego. Y de paso, en el supuesto de que se descubra, por la jugada del siguiente jugador, que dichas fichas están en poder del compañero, se tiene otro elemento de dicho “palo”, el , para ayudar al compañero en el desarrollo de dicho “palo” seis; lo cual en caso de que la “mano” se pierda, implicaría la entrega de la menor cantidad de puntos posible.

B.2.) Se omite la información atinente a la presencia del en la “mano”, ya que para que la colocación del surta los efectos informativos pertinentes, debe ser hecha “sin pensada previa”. Y más aún, si se arranca la “mano” con el “sin pensada previa”, se crea la dificultad sobre “como” debe ser colocado más adelante el . Esto es, si es colocado “sin pensada previa”, para informar la no tenencia de más fichas del “palo” uno, puede ser interpretado como fuerza y/o interés en el “palo” seis, y si es colocado “con pensada previa”, para informar la no fuerza y/o interés en el “palo” seis, puede ser interpretado como posesión de otro elemento del “palo” uno.
Por lo antes dicho se colige en no recomendar como primera jugada el .

C) Castigar el uno “con pensada previa”, con el . Esta es la jugada correcta, desde todos los puntos de vista, ya que:

C.1.) No se crea ninguna “falla” en la mano del segundo jugador, y por ende no se desmejora la “mano” de dicho jugador.

C.2.) Se aprovecha la oportunidad para informar la tenencia de otro elemento del “palo” uno.

C.3.) Se aprovecha la oportunidad para informar la no fuerza en el “palo” seis.

C.4.) Se aprovecha la oportunidad para recabar información sobre la ubicación del y demás elementos de dicho “palo” seis.

C.5) Se programa para más adelante la colocación correcta, “sin pensada previa” del , para informar así la no tenencia de más elementos del “palo” uno, por una parte, y por la otra, la fuerza e interés en el “palo” tres.

Y ya para concluir, téngase presente que el dominó no se agota en una jugada, y menos en la primera. Quien ataca a destiempo, muy temprano o muy tarde, o sin los elementos necesarios, queda en la mayoría de los casos indefenso y desarmado. Tampoco es un juego de espasmos y sobresaltos. Al contrario, es un juego armónico y lógico, un juego de pareja, de información y conocimiento, cuyo resultado requiere del concurso de todas las jugadas. Quien actúa de espaldas a tal verdad, queda en todos los casos indefenso y desarmado.